PLANTAS SILVESTRE.
MANDRÁGORA
Todas las partes de la planta son
venenosas
Mandragora officinarum es una especie de fanerógama del género Mandragora, familia de las solanáceas, que fue usada extensamente en Europa como planta medicinal.
Nombres comunes: Berenjenilla,
Uva de moro, Vilanera, Lechuguilla
Planta perenne, herbácea, acaule,
de hasta 20 cm, que alcanza un tamaño de 0,1 m por 0,3 m.
Hábitat
Suele aparecer en zonas de suelos
profundos, ricos en materia orgánica. Habitualmente se asienta en los de origen
calcáreo, arcilloso. Prefiere las zonas abiertas soleadas, aunque también
prefiere zonas o lugares sombreados.
No necesita demasiados cuidados,
pero sí mantener un nivel razonable de humedad en la tierra. Si se reseca por
falta de agua es muy difícil recuperarla.
Frecuente en el sur de
Extremadura.
Distribución
La planta crece de forma natural
en el sur y centro de Europa y en las tierras alrededor del mar Mediterráneo.
En el Campo de Gibraltar es muy abundante.
Hojas:
Las hojas crecen en rosetas y son
ovado-oblongas a ovales, arrugadas, de 5 a 40 centímetros de largo. Hojas con
limbo ovados, suboblongo a oovado-lanceolado, de margen entero
Flores:
Tiene flores hermafroditas (con órganos masculinos y femeninos) y son polinizadas por insectos. Flores en grupos en el centro de la roseta de hojas, con el cáliz verdoso, a veces con tintes violáceos; corola infudibuliforme glabra y color blanco, rosa o azulada.
Las inflorescencias se producen
en pedúnculos con flores de color blanco-verde o moradas, de casi 5 centímetros
de ancho, que producen frutos globulares, de color naranja a rojos, parecido a
tomates pequeños.
Frutos:
Frutos globulares, de color
naranja a rojos, parecido a tomates pequeños.
Raíces:
Las raíces tienen forma de zanahoria y puede alcanzar hasta 1,2 metros de largo, a menudo se dividen en dos y sugieren vagamente la figura del cuerpo humano.
Aunque demasiado tóxico para
utilizar en casa, los remedios que ésta planta tiene son muchos.
Los indios americanos utilizaron
la raíz como un laxante fuerte, para tratar gusanos, parásitos y para numerosas
otras cosas.
Usada como sedante; se le conocen
usos dermatológicos, adelgazante, espamolítica, vasodilatadora.
En Extremadura sólo se tiene
testimonio de su uso como sedante y dermatológica.
Consejo : No usar sin
recomendación médica o farmacéutica. Es una planta tóxica y está prohibida su
comercialización
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Usos mágicos
Sus raíces, que es lo que se usa,
son gruesas, largas y generalmente divididas en varias ramificaciones que se
extienden por el suelo, y dicen que tienen formas humanas.
Sus raíces eran talladas,
aprovechando sus ramificaciones, en forma de cuerpo, y se dejaban sólo cuatro a
modo de extremidades. Era adorada como una diosa y se usaba tanto en la magia
negra como en la blanca, pues sus usos, como vimos, pueden ser buenos y malos.
Se pensaba que la mandrágora
poseía características humanas porque sus raíces semejaban piernas. Cuenta la
leyenda que no se puede arrancar de la tierra pues sus terribles gritos son
capaces de enloquecer o matar a quien lo hiciera
Desde la Antigüedad, la
mandrágora ha sido objeto de numerosas leyendas, supersticiones y rituales
debido a sus propiedades mágicas figurando en todos los recetarios de pócimas
calmantes y afrodisíacas de la época. Los magos de la Edad Media tallaban una
figura humana presionando la raíz a cierta altura para darle la forma de cuello
y cortando todas las bifurcaciones hasta dejar cuatro, que serían las
extremidades. Buscaban una forma humana y la adoraban como si se tratara de un
dios.
La mandrágora ha sido tradicionalmente
utilizada por las brujas, en tiempos muy antiguos, y sus usos van desde las
pociones amorosas y afrodisíacas hasta venenos potentísimos.
Se ha especulado con la idea de
que Circe, la hechicera que mantuvo a Odiseo cautivo en su isla, usase la mandrágora
para transformar a sus soldados en cerdos. También se relata, en el libro X de
la Odisea, cómo Circe encantaba a lobos y otros animales salvajes y los
mantenía dóciles con “funestas drogas”, refiriéndose sin duda a la mandrágora y
a otras solanáceas, como la datura, que doblegan la voluntad de animales y
humanos.
A través de estas plantas (la
mandrágora, la belladona o la datura) brujas y hechiceras afirmasen volar hacia
el Sabbat, cuando en realidad lo que tenían eran alucinaciones.
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Fuentes:
“Plantas medicinales en la
Comunidad de Extremadura”
Obra coordinada por Vázquez
Pardo, Francisco María.
Autores: varios
Departamento de Publicaciones Diputación Provincial de Badajoz (2008)
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Enlaces:
https://es.wikipedia.org/wiki/Mandragora_officinarum
https://naukas.com/2016/07/08/la-mandragora-la-leyenda-la-ciencia/
https://supercurioso.com/la-mandragora-una-planta-hechicera/
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